He moldeado tu cuerpo
con arena dorada y fina.
He añadido un centenar de pasiones,
un centenar de cariños
y he unido a la mezcla,
todos los besos habidos.
Te he amasado con tu sudor
y con el mío.
Pero me equivocaba,
que estaba muy cerca la orilla,
que estaba muy cerca el agua.
Y con la marea alta,
el mar celoso,
te ha deshecho en la playa,
te ha convertido en nada,
en arena fina y dorada.