Para cantarle a la vida
hoy me he vestido de rosa
y una diadema preciosa
va a mis cabellos prendida.
Sobre mi pecho la herida
del Nazareno se posa
se abre a la luz y reposa
sobre mi almohada conmovida.
Es por todos conocida
mi sed que al versear me endiosa
más no soy más que una esposa
que busca su alma perdida.
Para contarle a la vida
en la forma más hermosa
busco el ángel que reposa
en una cuna tendida.
Para cantarle a la vida
hoy me he vestido de rosa.
Dejé atrás la negra fosa
que aguarda por mi partida
Julia Zelis de Ercolani