La he perdido señora...

La he perdido señora…

Señora…que tan pronto encontró amor
Tuvo mucha prisa, yo la entiendo
El jardín se seca hay que regarla ¿verdad?
Y yo…consumiéndome en pena y dolor
Eso ya no importa
Sucede tanto a hombres y a mujeres
Aunque yo diría que la prisa no es prudente
Pero en usted que es hermosa
No me cabe la duda que ya tiene su amor
Y me parece injusto
Que no tenga derecho a ella
Pero sepa que hay que elegir bien
Uno nunca sabe en que costal va a caer
Porque compartir las penas y goces
Es un hecho discutible cuando el amor llega
Pero también llega el cansancio y el olvido
¿Al final quien pierde más?
Es el corazón que sufre por dentro
Aunque una fría sonrisa aflore en la boca
No es verdad que somos felices
Ni intento reprocharle por su sabia decisión
Ya esta hecho, no crea que tengo despecho
Pero dudo que sea usted feliz
Como lo fue conmigo, el tiempo hará su obra
Y espero estar equivocado
Solo deseo que usted sea lo mas feliz posible
Porque usted para mi
Fue un amor diferente
Un crepúsculo al atardecer
Un mar sereno en el horizonte
Un cielo azul en días de tormentas
Un viento apacible en tanto desorden
Una mata de hierba que empieza a florecer
Es usted algo que no muere señora
Porque dentro de mi esta su casa
Aquí mora usted, aunque no lo crea
En este cuerpo bañado de cobre
Hay locura de una noche de amor
De un sueño, de una aventura
Esa ilusión que hoy es desventura
Yo que besaba sus labios
Acariciaba su cuerpo
Y a usted me entregaba noche y día
Perdóneme, perdóneme por ser tan concluyente
No quería sonrojarla, y desmerecer su amor
Pero me extraña ya no verla, ni sentirla cerca
Y es cierto que algunas noches
Caigo en la tentación de buscar otros cuerpos
Una amante, una dama de compañía
Para mitigar mi soledad, desahogar así mi deseo
Ese deseo carnal que siento por usted
Pero nadie toca mi puerta
Tampoco mi corazón como usted lo hizo
Aunque usted haya sido una desconocida
Entro por la puerta grande sin permiso
Esa es la diferencia señora
Pero sin embargo hoy usted besa a otro
Y los celos me matan y a mis espaldas sonríen
Los fantasmas del ayer
Que me torturan por haberla perdido…

El Caminante...