En la ventana ya no existia
y yo llegue para los aplausos.
Se vivia de las melancolias
pero se conservaba la barra
en donde se estacionaban los pecados.
Era un desconocido lugar,
habitado pou un sauce que lloro toda su vida,
un cartero que pasaba
cuando una mujer escribia
y por alguien lloraba.
De paso habia un recuerdo
que muy bien se sentia
y se presentaba como:
"de tu mirada estoy enfermo".
Se ve tu cama vacia
inevitablemente rodeada de tristeza.
Acordate de mi si te olvido,
todavia resta algo de vino
pero en la barra hay orden
y las almas son como las olas
primero nacen, crecen y despues se rompen
al igual que este bar,
que tambien ha cerrado.
Fernando "Dedicado a los grandes bares que han cerrdado"