La vez que la noche sacudió una lágrima
el mar la transformo en un tesoro de plata.
Desde ese entonces
la noche tiene el rostro iluminado
y vuelca su alegría a la mar
que la desparrama en los ojos de todos los poetas que sueñan en sirio.
No llores poeta:
tu llanto sacude al universo.
Resita:
Tu voz es una caricia para los ángeles
y tu mirada la bendición más dulce para el cielo.
Justina Cabral