El cielo se tiño de sangre de estrellas
Y mi corazón roto, se desangro
Un volcán hiso una gran erupción
Y dentro de mí todo se derrumbo
Como un huracán todo arraso
Mi alma un refugio no encontró
Y cuando la tempestad empezó
No supe cual camino busco
Trate inútilmente buscarte
Pero como el viento todo lo borro
Perdí todo rastro para encontrarte
El cielo ahora se tiño de sal
Eran mis lágrimas de todos los días
Que no paraban de llorar
Y no me di cuenta cuando el cielo
Se nublo y cuando negro quedo
Porque mi vista por llorar se perdió
La sangre de las estrellas el cielo tiño
Y en el cielo mi llanto se perdió
Me aferre inútilmente del destino
Pero el tampoco me hiso mucho caso
Y entonces la esperanza conmigo vino
Pero ya no le hice caso y de largo siguió
Entonces llego el olvido y me dijo
¡Tómame! que soy un regalo del “destino”
Y todo quedo en el… olvido